El proyecto de un casa-refugio para un páramo de gran riqueza natural, y vastas dimensiones, se coloca entre dos franjas de árboles que acotan su entorno inmediato. El diseño responde a la magnitud del lugar, generando una gran cubierta que define un espacio propio, acotado y delimitado, frente a la grandeza que lo envuelve. La cubierta genera diferente texturas de sombras, que conviven con los distintos usos (interiores y exteriores) que se articulan en la cota del suelo: sala, alberca, agua, refugio, invitados, etc. La cubierta se macla con una pequeña torre que aparece en el punto de bisagra entre los usos en planta, que se encarama para buscar vistas y generar en su punto más alto un espacio de silencio.